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LOS CISNES NEGROS DE LA QUÍMICA

Probablemente hasta antes del siglo XVII todas las personas harían la afirmación absoluta de que los cisnes tienen plumaje de color blanco. Esta era una idea racional y universalmente aceptada y no había razones para pensar lo contrario. Sin embargo, esto cambio cuando en 1697 el explorador Willem de Vlamingh descubrió cisnes negros en el río Swan, en Australia Occidental. Ahora, a todos les parecía lógica y racional la existencia de cisnes
negros, y desde entonces fue bien aceptada.


En 2004 Nassim Nicholas Taleb propuso una metáfora que se refiere a la explicación supuestamente racional de un suceso inesperado e influyente como si ya se conocieran sus causas desde antes de que se presentara, dicha metáfora se conoce como La Teoría del Cisne Negro.


Según Taleb, un Cisne Negro es un evento improbable –considerando los elementos de probabilidad disponibles hasta ese momento, difícil de predecir y que tiene un alto impacto en la forma de entender, ejecutar, delimitar e inclusonregular la disciplina o el ámbito en que se suscita. Eventos como el descubrimiento del Cygnus atratus (cisne negro), la Segunda Guerra Mundial, la explosión en Chernóbil e incluso el éxito de The Beatles se convirtieron en Cisnes Negros debido a que son explicados y racionalizados una vez consumados, pero nadie los predijo.


Para Taleb, el riesgo de este fenómeno radica en que los estudiosos de dichos eventos exponen la validez de sus métodos y recursos al explicarlos, dando una falsa idea de la predictibilidad a ciertas áreas del conocimiento. Sin embargo, dichos eventos son impredecibles e inexplicables hasta que suceden. Una pregunta inherente a los estudiosos que explican con gran elocuencia un Cisne Negro sería: Si eres tan bueno explicándolo, ¿por qué no lo predijiste para poder prevenirlo?


En el ámbito científico y en particular en la química muchos autores consideran que se han suscitado Cisnes Negros refiriéndose a descubrimientos serendípicos que posteriormente fueron explicados y que iniciaron nuevas tendencias en ciencia y tecnología. William Nigent por ejemplo, clasifica como
Cisnes Negros a descubrimientos que cambiaron la forma de ejecutar la experimentación y el entendimiento de la química. Entre algunos ejemplos se encuentran los catalizadores de oro, las hidrogenaciones asimétricas, la formación de enlaces C-C y C-N con catalizadores de paladio, la catálisis enzimática en disolventes, entre otros. Sin embargo, Nigent omite el hecho de que
esos descubrimientos, si bien tuvieron un gran impacto, todos tenían un sustento teórico y experimental muy robusto que no era desconocido, al menos
para quienes los desarrollaron y descubrieron. En este apartado, consideramos como Cisnes Negros a eventos que tuvieron un gran impacto en las ciencias químicas pero que además influyeron en las actividades humanas en más
de algún sentido. A continuación enumeramos a tres de ellos.

LA TALIDOMIDA

1961: William McBride descubre que la causa de las malformaciones de las extremidades –focomelia– en aproximadamente 10 000 niños en el norte de Europa se debió a que durante el embarazo sus madres consumieron un fármaco llamado Talidomida. Posteriormente se profundizó que la causa primigenia fue que dicho fármaco se administraba como mezcla racémica y que uno de los enantiómeros generaba el efecto terapéutico y el otro el efecto terato-génico en los niños.


¡Por supuesto! Esto explicaba la teoría del receptor farmacológico de Ehrlich, el modelo llave-cerradura y la estereoselectividad enzimática de Fischer, el modelo de los tres puntos de Ogston e incluso porqué Pasteur cristalizó dos polimorfos del ácido tartárico. Todo mostraba que un compuesto bioactivo puede diferir en el efecto farmacológico de su enantiómero. Sin embargo, nadie predijo que los efectos iban a ser tan drásticos y que afectarían a una cantidad tan grande de personas. Durante las décadas posteriores, la experimentación, el diseño e incluso las regulaciones sanitarias se reestructuraron para evitar otro evento como este.

UNA SÍNTESIS ENZIMÁTICA


Después del trabajo de Klivanov respecto al uso de enzimas en síntesis orgánica y en medios no acuosos, la investigación y las aplicaciones de la biocatálisis dieron un salto mayúsculo. Muchos métodos enzimáticos mostraron ser de utilidad para resolver problemas sintéticos, por lo que su uso creció mucho.
Una de las enzimas que más se han estudiado es la isoenzima B de la lipasa de Candida antárctica, mejor conocida como CaL-B. Esta enzima ha mostrado ser muy útil en diversas transformaciones, sin embargo sus usos y alcances no necesariamente superan a los métodos de síntesis convencionales.


Una lección que amerita mencionarse es una serie de reportes hechos por Yu, acerca de una reacción de Knoevenagel
catalizada por CaL-B. Con gran entusiasmo buena parte de la comunidad científica tomó este aporte como una de las evidencias más esperanzadoras del uso de enzimas en síntesis orgánica.


Sin embargo, en un reporte posterior Bornscheuer, demostró que los resultados estaban sobrevalorados debido a que los controles en la sección experimental no fueron llevados a cabo de forma completa. Como lo advierte Taleb: Un Cisne Negro corre el riesgo de presentarse cuando la audiencia da por verdadero un acontecimiento sin revisarlo a profundidad desde el punto de vista
técnico y sin despojarse de la necesidad de darle validez a una rama particular del conocimiento o la filosofía.

FOTOGRAFÍA DE ORBITALES

En septiembre de 1999 la prestigiosa revista Nature anunciaba en su portada el hallazgo con el que muchos soñaron durante buena parte del siglo XX: la fotografía de un orbital molecular.


No es difícil imaginar el impacto y la calurosa bienvenida que se dio a esta noticia. Años de investigación experimental y teórica y miles de documentos, libros y artículos se coronaban con la aportación de Zuo. Durante ese año otros grupos de investigación hicieron observaciones similares en otros compuestos, por lo que una nueva era para la química estructural se vislumbraba. Hubo sin embargo una única objeción a tales descubrimientos, representada por apenas unos cuantos filósofos y químicos –como
Wang, Schwarz y Scerri–. El dicentimiento era simple: los orbitales
son representaciones matemáticas:
no son reales.


En palabras del mismo Scerri: El error consistió en confundir el concepto de orbital con el de densidad de carga (o de electrones), el cual sí se observa durante los experimentos (de Zuo).


Por fortuna, el grupo de Zuo reconoció la observación de Scherri y
éste a su vez abrió la puerta de forma oficial a un área hasta entonces apenas distinguible: La Filosofía de la Química
.

BIBLIOGRAFÍA
Nuestro objetivo con la presente recopilación de fechas y datos es servir como punto de referencia para aquellos que sienten un interés especial en conocer los datos históricos de la química y en mostrar lo que a nuestro parecer son las corrientes de pensamiento que más y mejor proliferaron en ella hasta nuestros días.
Consideramos prudente reconocer que este trabajo, si bien es el resultado de una búsqueda extensa y minuciosa, dista mucho de ser un documento especializado en la historia de la química y que un abordaje más profundo y formal de la misma esta fuera de los
alcances de ésta revista. Pensando en esto es que hemos decidido incluir nuestras fuentes bibliográficas para que quien esté interesado las pueda consultar y en un buen momento pueda generar un documento más completo que éste o iniciar sus estudios en historia de la química con muchos más elementos que los nuestros.